Aceite de árnica

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Origen del aceite de árnica.

El aceite de árnica es el resultado de extraer los principios activos solubles en grasa vegetal de la planta herbácea Árnica montana L, planta del grupo de las fenerógamas, e incluida dentro de la familia de las asteráceas.

El árnica es una planta vivaz con tallo recto, crece de forma natural en las montañas de centro y este de Europa. Le gusta los terrenos húmedos y descalcificados, se desarrolla bien en bosques de coníferas. En la Península Ibérica se puede encontrar en los Pirineos y en la cornisa cantábrica.

Es en el mes de junio cuando esta planta herbácea despliega su flor de color amarillo intenso, y es esta cabezuela la que interesa para su recolección, debido a que es ahí donde están sus propiedades medicinales tradicionales.

A esta especie vegetal se la reconoce propiedades medicinales tradicionales desde el siglo XII.

Propiedades del aceite de árnica.

Los principios activos que conforman el árnica contienen propiedades analgésicas. Este tipo de virtudes favorece su utilización desde hace años para calmar molestias del aparato locomotor como:

  • Antiinflamatorio.
  • Indice en la circulación sanguínea.
  • Para alivio de torceduras.
  • Uso cosmético.
  • Para consuelo de quemaduras solares.
  • Repara la piel.
  • Es adecuado para todo tipo de pieles.
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Excelente macerado para tratar contusiones.

Composición del aceite vegetal de árnica.

La composición bioquímica del aceite de Árnica Montana posibilita su uso en aromaterapia. Los compuestos principales son:

  • Helenalina.
  • Arnifolina.
  • Flavonoide.
  • Cumarinas.

Composición en ácidos grasos esenciales:

  • Ácido linoleico.
  • Oleico.
  • Ácido palmítico.
  • Ácido graso esteárico.

Para qué sirve el aceite vegetal de árnica.

El aceite de árnica principalmente se utiliza para proporcionar masajes terapéuticos, ya que está especialmente recomendado para tratar y curar pequeñas lesiones provocadas por la práctica del deporte.

Es un aceite u oleato muy apreciado por sus múltiples beneficios para el aparato locomotor, por lo que es recomendable que forme parte del botiquín doméstico.

El aceite vegetal de árnica actúa como antiinflamatorio, por eso se recomienda su uso para tratar golpes, hematomas y contusiones localizadas.

Por otro lado, también actúa como estimulador de la circulación. Los principios activos que conforman este aceite pueden ayudar a mejorar la resistencia de venas y arterias.

También sirve en tratamientos de insuficiencia venosa manifestada en varices o arañas vasculares.

Los compuestos del oleato de árnica favorecen la protección de la piel de afecciones nosocomiales.

Además retrae la división celular, debido a que las lactonas sequiterpénicas encontradas en este aceite, son idóneas para cortar la mitosis de los queratinocitos, debido a este efecto inhibe el crecimiento y renovación de los folículos pilosos.

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ELa planta de árnica no se puede tomar debido a su toxicidad.

Por consiguiente se puede aplicar el aceite de árnica después de la depilación o confeccionar productos cosméticos para retardar la aparición del bello.

Su uso cosmético está dirigido para dar masajes musculares, ya sea puro o mezclado con aceites esenciales como menta piperita, romero o laurel.

Para alivio de varices mezclar con aceites esenciales, lentisco, cipres, pachuli o vetiver.

También se puede asociar con otros aceites vegetales en los casos que exista rigidez articular, contractura o tensión muscular, los aceites más adecuados son:

Aceite vegetal de sésamo si se necesita calor en la zona. Previo al masaje se calienta muy poquito el aceite de sésamo.

Oleato de harpagofito para potenciar el efecto antiinflamatorio del aceite de árnica.

Aceite vegetal de caléndula en masaje activador de la circulación.

¿Cómo hacer aceite o macerado de árnica?.

No es un proceso laborioso, es lento por lo que hay que tener paciencia.

Ingredientes:

  • 200 gramos de aceite de girasol o aceite de albaricoque. (a elegir)
  • 1 tarro con tapa.
  • Flores secas de Árnica montana.
  • Alcohol 70 vol.

Lavamos bien el tarro y su tapa y procedemos a su secado. Una vez seco el tarro lo pulverizamos con alcohol y lo dejamos que se seque a su amor.

Llenamos el tarro hasta arriba con las flores las apretamos un poquito y volvemos a echar más flores, a continuación incorporamos el aceite lo cerramos y lo forramos con papel.

Dejamos el tarro en un lugar seco y donde no le de la luz por un periodo de tiempo de 60 días. De vez en cuando lo agitamos.

Pasado este tiempo lo colamos y apretamos las flores para extraerles algún principio activo rezagado. Lo guardamos en frigorífico su tiempo de caducidad es muy largo si lo tratamos bien.

Cada planta es diferente y necesita su propio tiempo para formar bien el oleato.

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Con el aceite de árnica se pueden confecionar ungüentos o cremas.

Contraindicaciones del aceite vegetal de árnica.

Esta planta no se puede ingerir debido a su toxicidad, por otro lado no se debe utilizar ni en tintura ni en fresco en mujeres embarazadas o que estén lactando.

La árnica no se puede tomar tampoco en infusión.

La ingesta de árnica puede ocasionar vómitos, nauseas, dolores abdominales, vértigo, incluso puede cursar con mareos y problemas cardíacos.

Evitar en contacto con los ojos y mucosas, no aplicarlo sobre la piel dañada.

Mantenerlo alejado de fuente de calor, conservarlo en un lugar fresco.

Bibliografía:

Aceite para masaje con árnica Veleda.

http://www.terpenic.com/

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